Los espaguetis de Juanita

No, para la mayoría de gente, este no será un gran plato. Para mí, es de los mejores. La pena es que no pueda emular aquel sabor que Juanita le conseguía a los espaguetis. Y mira que me esfuerzo. Tal vez mis papilas gustativas hayan mutado con los años, o las materias primas ya no sean las mismas... y hayan mutado. El caso es que, por más que intento reproducir el plato, no tiene el mismo sabor. Hago ejercicios mentales y trato de trasladarme a aquella cocina... sus olores, aquella ventana baja que daba a un patio interior, aquella ventana me aterrorizaba. Y Juanita con su vestido de los setenta, azul con aquellos puntitos de colores que yo siempre miraba porque me parecían confeti. Recuerda una de esas pocas veces en las que hizo estos espaguetis, cómo el olor a cebolla frita, lo inundaba todo . Así es Juanita, mi Juanita. Mi abuela. No es una abuela normal, es una superabuela, que me ha enseñado tanto, que me ha querido tanto... Y a la que quiero como a una madre, porque me ha criado, con mucho esfuerzo. Es la persona a la que más quiero del mundo. Sin querer, ha habido un momento en el que he escrito como si ella no estuviera ya, no es así, pero a la vez es así. Una cruel enfermedad la tiene atada en una cama desde hace ya casi cinco años, de una forma muy difícil. El Alzheimer es muy duro y cruel; muy cruel. Un Alzheimer que dura ya casi nueve años.

Voy a contar una anécdota simpática. Cuando me independicé, traté de hacer estos espaguetis, sin lograr el sabor que ella le daba. En una de las visitas, le conté que había tratado de imitar sus espaguetis sin éxito. En aquel entonces, mi abuela, a parte de no conocernos, y no estar en absoluto orientada, lo único que lograba era pronunciar la última palabra de estrofas de canciones antiguas. Pero yo iba y le contaba mis cosas. Recuerdo que le dije (lo reproduciré en español, ya que yo con ella hablo valenciano)

-Agüe, he intentado hacerle tus espaguetis con cebolla a Manu, pero no me han salido.

Centró la mirada en mí, pero esa mirada que tenía antes de la enfermedad y me soltó:

-Pues sí que eres tonta! Tomate, cebolla y todo triturado!

Y zas! volvió a caer en ese lugar donde nosotros no podemos llegar. Fueron diez segundos, pero mi ex pareja y yo nos quedamos pasmados... 

Agüe, va por ti. Todos los días va por ti. Ojalá, pudieras verme, ojalá pudiera consultarte tantas cosas... ojalá pudiéramos hacer esos espaguetis juntas.

ESPAGUETIS JUANITA

Ingredientes 4 personas:

- 300 g de espaguetis

- 6 longanizas

- 4 cebollas blancas grandes

- Aceite de oliva

- Medio vaso de tomate triturado (en mi casa siempre Tomator)

- Sal

-1 cucharada sopera d azúcar

Elaboración:

Se corta la longaniza a trozos pequeños y se saltea hasta que quede muy hecha y crujiente. Se reserva. Ponemos abundante agua a hervir con un chorro de aceite y un pellizco de sal; cuando rompa a hervir, añadimos los espaguetis, unos ocho minutos hasta que quede al dente. Sacamos del fuego, refrescamos con agua y reservamos.

Pochamos la cebolla con un poco de sal, hasta que esté blanda y adquiera un tono marrón. La trituramos con el medio vaso de tomate frito, y se cuela para que quede fina. Se vuelve a sofreír a fuego medio y se agrega el azúcar.

Servimos los espaguetis con la salsa y la longaniza.

En casa lo solemos mezclar todo en la misma sartén para que se mezclen los sabores.